Siete empresas nacionales participaron de un Demo Day al que llegaron las mejores propuestas entre 42 firmas. Las soluciones abarcaron desde una boya para pescadores artesanales, hasta un novedoso proceso de "thermocracking" dinámico, patentado en Estados Unidos.
Aguas Andinas, en colaboración con Corfo, celebró con éxito el Demo Day del desafío de innovación sostenible, una instancia que destacó a siete proyectos finalistas por sus propuestas innovadoras y escalables para abordar problemáticas ambientales.
Diego Olivares, representante de Aguas Andinas, enfatizó el papel crucial de la alianza con Corfo para potenciar la innovación en Chile: “Sin Corfo, muchas empresas no existirían”, afirmó, subrayando el impacto del apoyo integral y el financiamiento en el desarrollo del ecosistema innovador del país.
El jurado, compuesto por ejecutivos de Aguas Andinas y Corfo, seleccionó como ganadora a Polpaico Soluciones, cuya propuesta será implementada en un proyecto piloto con Aguas Andinas. Este plan de trabajo conjunto buscará validar la viabilidad de la solución en terreno, sentando las bases para una colaboración efectiva entre ambas organizaciones y Corfo.
El desafío de innovación abierta de Aguas Andinas y Corfo no solo destacó la creatividad y el compromiso con la sostenibilidad, sino que reafirmó la importancia de trabajar en conjunto para construir un futuro más limpio y eficiente.
LOS FINALISTAS: INNOVACIONES PARA UN FUTURO SOSTENIBLE
Entre las soluciones presentadas, Acrílicos Induacril, liderado por Sebastián Campos, propuso un sistema de reciclaje de residuos acrílicos mediante pirólisis, transformándolos en combustible y láminas acrílicas reutilizables. Esta innovación permite una reducción del 20% en costos operativos y disminuye significativamente la huella de carbono. Con más de 40 años de experiencia, la empresa ya recicla 300 de las 2.500 toneladas de residuos acrílicos generados anualmente en Chile y busca ampliar su capacidad para procesar una tonelada diaria.
El Proyecto FUGU, desarrollado por Daniela Frías y Cristhián Garcés de DUOC UC, presentó flotadores para pesca artesanal fabricados con PVC reciclado, una alternativa económica y resistente para mitigar el daño causado por lobos marinos. El proyecto apunta a reutilizar 1.700 m³ de residuos de PVC anuales en Chile, con un costo por unidad de solo $500 pesos y una inversión inicial de $106 millones de pesos, de los cuales $36 millones serían aportados por Aguas Andinas.
Por su parte, la fundación Todos Somos Uno propuso un modelo de economía circular que recolecta plásticos en escuelas y comunidades para fabricar mobiliario urbano como bancas y basureros. En alianza con una empresa alemana, su planta recicla 90 toneladas de polipropileno al año, generando hidrocarburos y energía eléctrica que podrían ser utilizados en sectores como la minería y proyectos estatales.
Otra propuesta destacada fue la de MS Engineering Chile, que planteó un equipo móvil para convertir escombros y desechos de tuberías en hormigón reciclado con fibras plásticas. Dirigida a municipios y empresas de telecomunicaciones, esta iniciativa busca reducir los residuos de la construcción y generar materiales sostenibles para infraestructura urbana, con el respaldo del Hub de Ciencia y Tecnología de Aguas Andinas.
La startup Elementum presentó un proceso de "thermocracking" dinámico patentado en Estados Unidos, capaz de descomponer cadenas plásticas y transformarlas en solventes y lubricantes. Este proyecto, desarrollado en colaboración con Aguas Andinas, tiene el potencial de convertir residuos de tuberías en aditivos combustibles y solventes, reintegrándolos a la cadena productiva.
Finalmente, la empresas Gasco propuso para este desafío de Aguas Andinas: procesar 90 toneladas/año de polipropileno mediante pirolisis, utilizando un equipo que degrada el polímero en ausencia de oxígeno. Este proceso genera un 70% de alcano líquido (petróleo) como combustible, 20% de gases para el autoabastecimiento térmico del equipo, y un 10% de residuos útiles en la industria de neumáticos.