A través del Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación, Arturo del Río, director de Ríosur, busca instalar capacidades de innovación en las empresas prestadoras de servicios de la industria acuícola de Puerto Aysén. La meta es reemplazar motores de embarcaciones: de diésel a energías renovables.

El desafío número uno de la sustentabilidad pasa por la reducción del consumo de combustibles fósiles. Esa es la hazaña que se discute a nivel global, con instancias como el Acuerdo de París o las COP de las Naciones Unidas que se realizan cada año, y que buscan reducir la emisión de gases de efecto invernadero, luchar contra el cambio climático y alcanzar el ansiado el cero neto.
Desde la región de Aysén se busca aportar a este objetivo global mediante el reemplazo de los motores diésel que se ubican en botes y lanchas utilizadas en la industria que proveed servicios a la salmonicultura. Esta es la tarea encabezada por Arturo del Río, director de Ríosur Consultores, gestor que ayudará a seis empresas beneficiarias (South Services Chile, Citecma, Servicios Acuícolas Jhonatan Macdowell, Transporte Marítimo Giovanni Rosso, Servicios Esparza Patagonia y Vison Chile) a realizar el cambio, de diésel a energías renovables, gracias al cofinanciamiento del Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación (PATI).
El combustible es el principal costo de operación de estas pymes que aspiran a ser innovadoras, una buena razón para el cambio, pero no el único: los motores eléctricos, alimentados por energía renovable, son menos ruidosos, lo que aporta a descontaminar la acústica submarina que podría afectar a la fauna marina de la zona, como ballenas jorobadas, orcas y lobos de mar, animales que son atractivos para el desarrollo de otra actividad económicas en la zona, el turismo de avistamiento de cetáceos.
EL GESTOR REGRESA A CASA
Arturo del Río lleva más de veinte años en la región de Aysén, y se enamoró de la zona cuando viajó a esta por primera vez, siendo un estudiante de ingeniería comercial de la Universidad Católica de Chile. Esa experiencia lo marcó tanto, que pasó los siguientes años de su carrera laboral buscando una excusa para volver a Aysén de forma definitiva.
"Empecé trabajando en consultoras privadas y también en instituciones públicas, siempre con el foco de favorecer la descentralización y el desarrollo de las empresas locales. Antes de este proyecto (del PATI) ya había trabajado con empresas del rubro de la salmonicultura; tuve la oportunidad de conocer a estos empresarios, su realidad, lo que significa para ellos vivir en Puerto Aysén, y las dificultades que tienen en las faenas, como la estacionalidad. También la magnitud del desarrollo que existe alrededor de esta industria", recuerda el gestor.
La excusa para establecerse en la zona fue crear su propio emprendimiento: Ríosur Consultores, que nace durante la pandemia, una amenaza global que a Arturo del Río no lo afectó: "Tuvimos la suerte de que nos fue súper bien; ayudó la experiencia en la ejecución de programas públicos, además de haber trabajado con privados", dice.

NORUEGA A LA VISTA
El proyecto que beneficiará a seis pymes vinculadas con la salmonicultura ha entusiasmado a estos proveedores. Cinco de ellos tendrán una alternativa más sustentable para los motores de las lanchas que utilizan para llegar hasta las jaulas de cultivo instaladas mar adentro, a las que trasladan buzos que realizan mantenimiento.
En Aysén están los principales centros de cultivo de salmón que, según datos de Sernapesca, concentran el 53% de la cosecha de este recurso que distingue al país: Chile es el segundo productor mundial de salmónidos, solo superado por Noruega. Con una participación de mercado de 27%, según datos de la FAO, uno de cada diez salmones que se consumen en el mundo vienen de la Región de Aysén.
No es gratuita la posición de plata de Chile. Las condiciones climatológicas y geográficas de Aysén permiten el rápido desarrollo de salmones, condición que la industria local ha aprovechado al máximo. Similares condiciones existen en los fiordos noruegos, por lo que Arturo del Río cree razonable pensar que Noruega ya se enfrentó a los mismos desafíos que tiene Aysén en cuanto a la instalación de capacidades tecnológicas que permitan un desarrollo productivo sostenible.
"La transición energética no es algo que va a ocurrir de inmediato, tiene que ser muy bien pensado el cambio que permitirá habilitar la sostenibilidad en la industria. Entonces, la idea de esta prospección (PATI que cofinancia InnovaChile) es aventurarse en este mundo, dar un salto, primero entendiendo que la transición energética es posible, que la tecnología existe y está operativa", dice el consultor.
Uno de los principales dolores de los beneficiarios del programa de innovación de Corfo es el clima de la zona. En invierno, las temperaturas pueden ser bajo cero y "las baterías no se comportan igual con este frío extremo que cuando hay 20° Celsius, entonces, hay que ver los nuevos motores en un país que ya lo implementó en condiciones similares", explica Arturo del Río. "Noruega tiene fiordos y temperaturas extremas en invierno, es ideal para ir a conocer cómo lo hicieron, cuáles fueron sus dificultades y aciertos, para evitar el periodo inherente de riesgo que incluye el cambio, y para descubrir usos nuevos, como la carga no solo de botes o lanchas con energías renovables. Es ver todas las alternativas y usos donde Noruega aplica la sustentabilidad energética".

PIONEROS DE LA SUSTENTABILIDAD
El proyecto PATI cofinanciado por InnovaChile incluye una visita a Noruega programada para este año, especialmente, a la empresa Mowi, líder mundial de la industria de la salmonicultura, y con instalaciones en Chile.
"Por sugerencia de Mowi el viaje podría coincidir con el desarrollo de Aqua Nor, la feria más grande de tecnología para la acuicultura y que se hace cada dos años en Noruega", adelanta Del Río.
"Será una tremenda experiencia, porque Noruega nos lleva años de ventaja en tecnología y en el desarrollo de un ecosistema de innovación. Este conocimiento podría abrir oportunidades para los beneficiarios del programa de Corfo, a través de nuevos contratos, y mejores evaluaciones de los que ya tienen. La innovación en este rubro se llama sustentabilidad, algo que se valora, te convierte en pionero y te da prestigio".
"El objetivo de este PATI no es sólo la compra o reducir el riesgo y ver equipos nuevos, también quiero integrar habilidades de innovación en las empresas de Aysén y generar luego una absorción tecnológica en la fase dos. Son hartos los desafíos por delante, pero vamos bien. Lo primero es conocer que en el mundo hay muchas más posibilidades que las que la gente de Aysén conoce", finaliza.