La empresa chilena Integral Solutions for Mineral Processing, liderada por Ana María Rojo, desarrolla un proceso de alto impacto en la crucial industria del concentrado de cobre, gracias al Programa Innova Alta Tecnología de Corfo, optimizando su calidad para la exportación.

El sol aún no asoma por la mina cuando Ana María Rojo ajusta su casco y arnés de seguridad, mientras un polvillo rojo y la bruma espesa evocan el “planeta rojo”, señal inequívoca de que el concentrado de cobre está cerca.
Así comienza una jornada habitual para esta ingeniera química, máster en procesos minerales y gerente general de la empresa chilena Integral Solutions for Mineral Processing (ISMP). Bajo su liderazgo, la firma ejecuta el proyecto "Py-Grade & Con: Tecnología para ajustar la ley de concentrados de metales variando a voluntad el contenido de pirita", iniciativa apoyada en 2023 por el programa Innova Alta Tecnología de Corfo.
Ana María Rojo nació en Antofagasta y estudió ingeniería química en esa ciudad. Desde sus años universitarios estuvo en contacto con la minería. “Tuve la oportunidad de hacer mi memoria de título en una planta de flotación en Minera Escondida”, recuerda.
Hoy, en una industria liderada por hombres, pero cada vez con más mujeres que destacan, Ana María lo hace con su sofisticado proyecto que busca mejorar la calidad del concentrado de cobre ajustando con precisión el contenido de pirita —conocida en minería como “el oro de los tontos”—, mineral que, aunque no deseado en exceso, cumple una función técnica clave en los procesos de fundición.
“Sin la ayuda de Corfo hubiese sido imposible desarrollar este proyecto, porque esta adjudicación nos permitió implementar nuestras invenciones y hallazgos más avanzados”, afirma Ana María.
La pirita se encuentra naturalmente en las rocas que contienen cobre. Su proporción en el concentrado depende de las características del mineral y de los requisitos de cada cliente o país. En Chile, por ejemplo, la norma establece que por cada 100 kilos de roca debe obtenerse al menos un kilo de cobre puro, exigencia que mejora el valor comercial del producto.
Según ISMP, esta tecnología podría generar beneficios estimados entre US$2.500 y US$3.700 millones anuales para Chile, considerando que el problema del exceso de pirita afecta a cerca del 35% de las plantas de concentrado de mediana y gran minería, incluyendo faenas como Las Tórtolas, El Teniente, Los Pelambres, Escondida, Chuquicamata y El Salvador.

TÉRMINO MEDIO
“El concentrado de cobre viene ‘contaminado’ con pirita, pero nosotros logramos disminuir su presencia según las necesidades del cliente”, explica Rojo. “Debe mantenerse un porcentaje de pirita en el concentrado para que el proceso de fundición sea eficiente, pero tampoco puede ser excesivo. Se requiere establecer un equilibrio”.
Actualmente en su segundo año de ejecución, el proyecto Py-Grade & Con avanza en el desarrollo de una tecnología que modifica la superficie de la pirita en condiciones de pulpa. A través de un proceso de baja temperatura y corta duración, se generan estructuras con propiedades magnéticas intensificadas que permiten separar la pirita del cobre y el molibdeno usando imanes permanentes. Esta innovación facilita ajustar el contenido de pirita según las características de cada faena.
CAPACIDAD MAGNÉTICA
“La separación es técnicamente compleja, por eso una de las estrategias es aplicar campos magnéticos. Para lograrlo, modificamos la superficie de las partículas con reactivos específicos, lo que disminuye o intensifica su capacidad magnética, permitiendo una separación más eficiente”, explica la ejecutiva.
El proceso opera con potentes imanes de un tesla (unidad de medida del campo magnético en el Sistema Internacional de Unidades) y reactivos químicos formulados para limpiar y alterar la superficie de la pirita. Así, el concentrado de cobre se separa de la ganga (material estéril) y de la pirita, optimizando la eficiencia del proceso. “El primer año estuvimos probando distintos reactivos —A, B y C— para determinar cuál generaba mejores condiciones de separación”, detalla Rojo.
Durante este segundo año, el equipo trabaja con concentrados provenientes de distintas plantas. Aunque no es necesario estar físicamente en ellas, el proyecto contempla etapas de pilotaje y pruebas industriales in situ como parte del escalamiento.

PROGRAMA ALTA TECNOLOGÍA DE CORFO
La innovación que desarrolla ISMP no tiene precedentes exactos a nivel internacional. “Existen tecnologías similares, pero no replican nuestras condiciones ni protocolos. Por eso queremos desarrollarla desde Chile y escalarla para su uso en la gran minería”, afirma la gerente general.
La proyección del negocio es amplia: esta tecnología puede aplicarse tanto en faenas chilenas como extranjeras con alto contenido de pirita, mejorando la calidad del concentrado y ofreciendo una solución replicable en distintos mercados.
En Chile, ya se realizan prospecciones con minas como El Teniente, Los Pelambres y Ministro Hales, todas con minerales base con alta pirita, consolidando el país como mercado objetivo prioritario.
Otro eje clave del proyecto es el capital humano. “Trabajamos con ingenieros y asesores técnicos con experiencia en faenas mineras y también en la academia. Nuestro equipo combina investigación, innovación y conocimiento práctico”, destaca Ana María.
Para ella, la ingeniería no solo entrega herramientas técnicas, sino también capacidades de gestión. “Liderar un proyecto Corfo de esta envergadura implica coordinar múltiples áreas, trabajar con profesionales de alto nivel y gestionar recursos para alcanzar los objetivos propuestos”.