Edivina buen adivinador: ¿qué empresas dinamizan las regiones, no se desempeñan principalmente en el comercio minorista y mayorista, y se relacionan entre sí de forma colaborativa y mutuamente beneficiosa?... No son startups, son las pymes innovadoras.
Las pymes, seguro que sabes, son un motor clave de nuestra economía, porque contribuyen significativamente al empleo y el crecimiento económico. Con ventas anuales entre 2.401 UF hasta 100.000 UF., hay cerca de 179.000 pymes activas en el país, según datos de la Encuesta Nacional de Innovación (2019-2020). Pero lo que quizá desconoces es que de esas al menos un 21% están vinculadas a proyectos con componentes de I+D, desarrollos que promueven innovaciones de alta sofisticación. ¡Chile cuenta con cerca de 23.000 pymes innovadoras!
Contrario al prejuicio, un 40% de estas pymes está en regiones, según la mencionada encuesta. La mayoría ubicada en la zona centro y centro sur del país, y en menor proporción en la zona austral, un territorio con gran potencial de crecimiento donde ya existen, de acuerdo con cifras de la gerencia de Innovación de Corfo, 500 empresas con este auspicioso perfil.
Las pymes innovadoras tienen más de cinco años de antigüedad y se caracterizan por tener, en promedio, 22 trabajadores, y un porcentaje de mujeres cercano a un 30%. Y si comparamos las pymes tradicionales con las innovadoras, estas últimas, en promedio, contratan al menos 10 trabajadores más (13 vs 23).
A diferencia de la pyme tradicional, en los últimos cinco años hemos descubierto que las innovadoras no muestran una preferencia por ser parte del comercio minorista y mayorista (cerca del 40% de las clásicas sí lo hace, según CAF). En cambio, se dedican a dar servicios de ingeniería y conocimiento (22%, 174 empresas), al rubro agrícola y de alimentos (10%, 90 empresas), incluso al quehacer químico y de salud (5%, 37 empresas).
Estas soluciones no serían posible si las pymes de nueva generación no demandaran capital humano avanzado, profesionales que se adaptan para competir a nivel internacional en un entorno globalizado y multicultural. La ENI 2019-2020 lo confirma: contratan el doble de profesionales con grado de especialización magister y/o doctorado que las tradicionales.
Las pymes innovadoras no destacarían en los mercados si no cultivaran un virtuoso encadenamiento productivo. Están abiertas a colaborar con otras empresas, dentro y fuera de su sector; a compartir recursos y conocimientos, principalmente desde las regiones, receptivas y complementarías a startups y grandes empresas.
Y en materia de sostenibilidad, las pymes innovadoras han hecho suyos los desafíos estratégicos de nuestro Plan de Desarrollo Productivo Sostenible (DPS). Imagínalo así: si las pymes fueran un territorio, las innovadoras serían su bosque esclerófilo, ese que es especialmente resiliente ante la crisis climática, un escudo contra la carbonización, capaz de soportar mejor las condiciones de la llamada “ebullición global” como acaba de bautizar António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a la nueva y peor fase del cambio climático, porque el calentamiento global ya fue superado.
Así que, desde ahora, recuerda que en Chile hay miles de pequeñas y medianas empresas que innovan ante las nuevas condiciones del mundo. Con méritos suficientes para que hablemos mucho más de ellas, y transformemos su ascenso ignorado en un reconocido éxito que haga justicia a las pymes innovadoras.