Gracias a la adjudicación del programa Consolida y Expande, Yaku ha potenciado una tecnología que está impactando el reciclaje de agua en hogares y empresas, gracias a microorganismos que filtran aguas, para reutilizarlas, generando un positivo impacto en el medio ambiente.

¿Imaginaste algún día que ducharse podría ser un acto ecológico? Imagina ahora que tu hogar puede darle un respiro al planeta reutilizando el agua que habitualmente se desperdicia al bañarte o lavarte las manos. Aprovechando estas llamadas aguas grises, podrías regar tu jardín o descargar el inodoro. Algo tan cotidiano como bañarse puede transformarse en un pequeño acto de sostenibilidad, reduciendo así el consumo de agua potable, evitando desperdicios y aportando a la conservación del medioambiente.
Esto es hoy posible gracias a la tecnología creada por la empresa chilena Yaku (agua en quechua), que está revolucionando la gestión del agua mediante una solución innovadora y sustentable: un biofiltro que utiliza microorganismos para purificar aguas grises provenientes de duchas, lavamanos y lavadoras. Esto permite reutilizar dichas aguas para riego, descargas de inodoro y procesos industriales.
El sistema, de instalación sencilla y bajo consumo energético, puede reducir hasta en un 80% el consumo de agua potable en hogares, impactando positivamente tanto en la disminución de la huella hídrica como en el ahorro económico. Hasta la fecha, Yaku ha implementado esta tecnología en más de 90 viviendas, escuelas y proyectos industriales en Chile, recuperando más de 33 millones de litros de agua y demostrando que es posible vivir de manera más consciente y sostenible.
“Nuestra idea inicial surgió del deseo de aprovechar el agua de la ducha. Desde una inquietud personal sobre el desperdicio del agua nació la motivación de crear un sistema que usara microorganismos para filtrar esta agua, pero llevándola más allá del laboratorio”, cuenta Camila Cárdenas, doctora en Ciencias de la Ingeniería Química y Bioprocesos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cofundadora (como Valentina Veloso) y directora de Operaciones de Yaku.

AGUAS GRISES: EL BIOFILTRO AL RESCATE
Las aguas grises provienen específicamente de duchas, lavamanos y lavado de ropa, excluyendo todo lo que provenga del lavaplatos, WC o urinario.
Según explica la científica, aunque existe abundante literatura sobre aguas grises, no se habían producido avances significativos respecto al uso de microorganismos para su tratamiento. Ese fue el desafío que Yaku decidió abordar, desarrollando una nueva mezcla de microorganismos capaces de sobrevivir específicamente en ambientes con detergentes, shampoo y jabones, elementos diferentes a las fuentes tradicionales de carbono.
"Los contaminantes principales en estas aguas son jabones, shampoos, detergentes y acondicionadores, que tienen una carga orgánica menor comparados con las aguas servidas que incluyen materia fecal, orina y restos de comida", aclara Camila. Además, detalla que hasta el 70% del agua generada en un hogar corresponde a aguas grises.
La doctora utiliza una analogía didáctica para explicar el proceso: el dispositivo biofiltro de Yaku funciona como una bolsita de té llena de microorganismos sumergida en un contenedor con agua gris. Los microorganismos, al entrar en contacto con el agua, consumen y degradan los contaminantes, purificándola en el proceso. “Funciona como un compost del agua, pero con tecnología asociada, como un sistema de aireación”, dice Camila, señalando que actualmente el tratamiento tarda entre 12 y 24 horas.
Además, Yaku colabora estrechamente con la Pontificia Universidad Católica de Chile para la investigación y selección de microorganismos específicos, adaptándolos progresivamente para reducir el tiempo de tratamiento de días a horas.

CONSOLIDA Y EXPANDE: UN ANTES Y UN DESPUÉS
“El programa ha sido excelente, un 10 de 10. El apoyo y financiamiento son muy favorables para emprendedoras, facilitando desde los procesos iniciales hasta el seguimiento técnico y financiero”, asegura Cárdenas. Además, destaca la fluida comunicación con Corfo, agradecida del interés de Corfo por apoyarlas y potenciarlas para seguir creciendo con capital privado y otros instrumentos adecuados para etapas posteriores.
Actualmente, Yaku se enfoca en clientes corporativos de sectores como la construcción, y empresas como Metro y Coca-Cola Andina. Su crecimiento partió desde una escala técnica comercial más pequeña hasta consolidarse ahora en proyectos industriales de mayor envergadura.
“Nuestra meta es seguir expandiéndonos y convertirnos en líderes del reciclaje de aguas grises en Chile, además de tener presencia internacional. En febrero presentamos nuestra patente PCT en Europa, China, Estados Unidos, Australia y Canadá. Nuestro primer destino internacional será Europa, específicamente España, desde donde esperamos expandirnos a Norteamérica, Australia y Asia Pacífico”, señala Camila.

MUJERES CIENTÍFICAS
“Seguimos teniendo reuniones donde predomina la presencia masculina, pero hemos experimentado un crecimiento personal, profesional y de empoderamiento”, comenta Camila. Destaca que Yaku es completamente liderada por mujeres, lo que les aporta visibilidad adicional. “En un inicio fue una brecha más amplia, pero con experiencia y profesionalismo hemos consolidado nuestro liderazgo y destacamos especialmente por la calidad y la rigurosidad que provienen de nuestra formación científica”, concluye.